Ver Todo mi Perfil

sábado, 1 de octubre de 2011

Tierra natal...






         
         Esta interpretación del fragmento de la ópera Nabuco sugiere el sentir ,la dolorosa nostalgia de un pueblo privado de su tierra natal. 
           Gracias a la web podemos recibir algo de esta belleza ,el resto lo completan pasajes de cada historia personal.
          Cómo sacude el dolor de ser separado de aquello que para nosotros tiene significado.
Habitualmente , llamamos "tierra natal"a aquella donde dimos los primeros pasos,entre nuestros padres, hermanos, amigos, los juegos con que ensayábamos la vida, los lugares donde nos fuimos dando cuenta de nosotros mismos donde fuimos forjando sueños, ideales. Esa es nuestra "tierra natal" y siempre habrá un puente interior, que nos mantiene unidos a ella, que nos ayuda a resignificarnos conforme se desarrolla nuestra vida. La raíz.

Quien ha tenido la "gracia"de verse sostenido en un exilio-elegido o no- sostenido desde dentro y por la vida , nuevos amigos buenos, el recuerdo de aquellos que nos aportaron sustancia para confiar en esa guía que nos viene a todos desde dentro,  ése, va teniendo la noción de que "tierra natal" también es la que permite que semillas plantadas cobren forma ,que partes de nosotros se desarrollen, junto a quienes nos rodean sobre el suelo que nos sostiene.
Tierra que va haciéndose matriz.
                                                                                                                                                                       
Cuando me formaba como psicoterapeuta, un maestro, que a los 12 años, había salido de su Italia natal,durante la 2º guerra, nos decía que cuando uno crece en otro país, siempre es "ni"
ni de aquí ni de allí
y sin embargo, gracias a él, me propuse ser "y"
no importa donde esté la raíz, el árbol siempre  sufrirá el frío,su corteza tendrá heridas, cicatrices y cuanto más alto sea su significado,  más hondas se hundirán  las raíces.

Emigramos ,de ciclos de nuestra vida, de situaciones preñadas de sentido, conflictos entre nuestros mismos deberes, con nosotros mismos, y con los seres queridos.
Sin embargo, hay un yo más profundo que la personalidad -ésa sería la corteza-
la personalidad va cambiando, pero es la conexión con ese yo, la lealtad al  Si Mismo, al decir del Dr Jung ,
lo que permite que seamos "aquella"  y  "esta", de "allí" y "de aquí". El Si Mismo es el hilo conductor siempre vivonúcleo, que nos sotiene en las crisis, los cambios, las pérdidas, nos alumbra circunstancias, nos lleva a detenerrnos , a expresarnos o  a mirar un mapa de caminos.

La experiencia como psicoterapueuta me enseñó cuánto se las ingenia el "alma" para responder , desde dentro , desde un dibujo, desde "coincidencias" o "sincronías",con sucesos,  personas afines,y de tantas formas, cuando necesitamos reordenar los fragmentos del ser que somos. 
Y eso es lo espiritual, el sentido que nos mueve,la ley de nuestro ser.

Recuerdo la mañana en que "me despedí" de aquél lugar, a donde iba a jugar, tenía 11 años.
Sabía que volvería "mañana", a jugar los mismos juegos, con las mismas niñas o sola, pero , a partir de "ese" momento ya no sería nunca más, "una niña",  todo podría "parecer" desde fuera, igual.
Pero algo cambiaba para siempre...algo me mostraba que crecía.
Y en general, todos los niños sienten en momentos clave y con claridad, esa voz interna, o más chiquitos, cuando el pensamiento es mágico,se imaginan hablando con ese amigo que los demás no ven.

Esta recreación del fragmento de Nabuco, para mi, representa todo el sufrimiento colectivo, no sólo el de "un pueblo", me parecen las voces de toda la humanidad, frente a un "límite" , anhelando un suelo que verdaderamente sostenga la vida, el crecimiento de los que vienen,
y ahora, eso no puede hacerse sin advertir cada encrucijada, cada lección de libertad.

Quien no ha tenido unos padres nutrientes en un sentido positivo, una tierra sostenedora, el que no ha podido ver satisfecho lo básico, su anhelo será rugiente, actuará impulsivamente, como queriendo cobrarse lo que siente que la vida le debe y no nos queda más que el grupo, que ayude a resituar impulsos que pueden ser ingenuamente sociópatas  -cuando no a conciencia.

Así como hay un proceso de individuación, siempre desde la subjetividad, en lo personal.
Creo que estamos asistiendo a un proceso de individuación , como grupo humano,
Aprender a ponerse a veces, por encima de las diferencias personales,
es una necesidad real, que nos pide la vida ...
actuar desde la lealtad o el recuerdo de nuestra mejor condición humana,
hacer lo que hacemos ,lo más decente que seamos capaces, allí
no hay más líderes que nuestra propia conciencia , que nos habla y uno elige.
Nada nos es púramente propio, somos, por lo que recibimos.
Y como dice Va Pensiero, "que el Señor nos inspire bellas melodías..."


En cuanto a lo interno, "somos los mismos" ,nuestros abuelos huyeron del hambre ,o buscando expansión, más, todos llevaban sus ideales, convivieron con otros emigrantes. Nos inculcaron el gusto por el conocimiento, el "crecer" ,el hermanamiento, y un siglo después venimos los nietos, con el título bajo el brazo, las mismas ganas de crecer ,de querer ,de crear, así lo sentí cuando vine a España en el 86...
Algo así sentirán los chicos de España que se van ahora a Latinoamérica u otros países , europeos o del mundo...

Somos los mismos, pero aprendamos de la experiencia de siglos, estamos curando errores  en  nuestra condición humana, el muestrario está a la vista,
y la mejor curación es de dentro hacia fuera,

Jung decía que si cada hombre aprendiera a hacerse la "guerra" ,a sus aspectos más indeseables, habría menos guerras en el mundo, en verdad , cuando uno se  acepta y toma con valor su vida en sus manos, no tiene ganas de pleitear ,de descargar hostilidad, su misma energía se reorganiza, hacia la forma de lograr lo  que necesita, y eso , creo, es lo que estamos viviendo como grupo en tantos sitios.
                                                     

         " El hombre es tierra que anda..."
                                                                      del  Tahuantinsuyo,  libro sagrado de los incas.