Todos , en mayor o menor medida padecemos este dilema, pero en algunas personas por permanecer inconsciente, reviste caracteres más dramáticos, tanto para la persona como para quiénes se relacionan con ella.
Aparece ya en el niño pequeño, que quiere estar cerca de su madre por el amor y la seguridad que ella le proporciona y sin embargo también se siente impulsado para explorar el mundo que hay más allá de esa seguridad materna. Este dilema sigue apareciendo a lo largo de toda nuestra vida, manifestándose en todas nuestras relaciones adultas, no sólo las de "pareja" , también con amigos, amantes,hijos, trabajos, etc. Básicamente implica, cómo comprometerse sin dejar de ser fiel a uno mismo.
Es bueno aprender a estar psicológicamente solos para satisfacer nuestra necesidad de autonomía e independencia y al mismo tiempo, seguimos necesitando la proximidad y el amor, para satisfacer nuestro anhelo de intimidad y seguridad. Si no pudimos resolver las tensiones de esta etapa infantil, seguirán acosándonos durante toda la vida.
Hay casos en que las relaciones íntimas generan una intensa angustia, como si la otra persona pudiera aniquilar o destruir de modo que se la aleja o se huye de la relación. Como si fuera peligroso existir como individuo por derecho propio. Ambos extremos del dilema se viven como excluyentes, sintiendo tanto la angustia del miedo a la proximidad como el miedo a estar solo...así la persona queda en un lugar muy solitario y hasta aterrador.
Muchas veces las parejas escinden y proyectan en el otro el dilema (lo hacen mutuamente), uno de los miembros expresa la necesidad de separación y libertad y el otro se responsabiliza de mantener la proximidad e intimidad. Como al ego no le gusta la ambivalencia, somos conscientes de un extremo de la polaridad , negando el otro.
Según el Dr Jung, cuando negamos un componente psíquico, cuando no tomamos conciencia de una contradicción interna, el mundo se ve forzado a expresar el conflicto y a romperse en mitades opuestas. Y esta situación interior se da exteriormente como "destino".
Si sólo toma partido por la necesidad de intimidad y rechaza la autonomía , está destinado a atraer personas que expresen el lado individualista de su naturaleza. Al parecer está haciendo todo lo posible por fomentar la unión, el afecto, pero es la pareja quien se hace cargo , en lugar del primero, de obtener espacio, distancia y más tiempo fuera de la relación. ( Este es un "juego inconsciente" y causa de problemas y rupturas en relaciones) Es una forma de división emocional del trabajo, si sólo uno se hace cargo de la proximidad, es fácil que termine sintiéndose tratado con frialdad, mientras que la otra persona se queja de ser sofocada.
No es sólo el conflicto "intimidad libertad" lo que puede estar disociado...también podemos suprimir el enojo, la depresión, esto pasa cuando uno se hace cargo de la desesperación..mientras que el otro siempre vive el lado alegre.
Basado en: Los Planetas Interiores de Howard Sasportas
Imagen: Hans Menling 1435-1494
