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lunes, 4 de junio de 2012

Autoestima, motivación y meditación.


       El sentirnos bien con nosotros mismos se manifiesta en toda nuestra expresión vital. Hay buen rendimiento, concentración en las actividades, y en general una buena actitud motivacional hacia aquello en que decidimos enfocarnos. Las soluciones para ir resolviendo las dificultades se van presentando a nuestra mente en el momento en que las necesitamos.
       
                                                             
                                                     


      En cambio si estamos cierto tiempo bajo condiciones estresantes, cuando prestamos más atención a los requerimientos del exterior, si tenemos que dar respuesta a muchos "frentes" y sentimos que no tenemos tiempo para nosotros, es cuando se va instalando el estrés y sus efectos..esto sucede sin que nos demos cuenta. En general se advierte cuando los efectos han perjudicado nuestra salud física o anímica, y/o nuestras relaciones.

       Se dificultan la atención, la memoria, la concentración, la habilidad para con las dificultades, sentimos que nuestro rendimiento es insatisfactorio, a la larga se altera toda nuestra respuesta a la vida. Comenzamos a focalizarnos en esa insatisfacción o síntomas físicos, esto consume parte de nuestra fuerza y empezamos a anticipar fracasos. La fuerza vital, la emoción se consume, pero no para "crear" (lo que haría que se realimente) sino para ir entrando en un estado de ansiedad, luego depresión y nos instalamos en un comportamiento y visión que resulta autodestructiva.
      Tiramos de nosotros para darle a la vida, pero nos desbalanceamos cada vez más.
  
      Personalmente encontré en la práctica del dibujo y pintura, un modo de relajación, de estado creativo de la mente, asociado a emociones más positivas, lo que permite una buena conexión con uno sin por ello dejar de cumplir las resposabilidades, al contrario , estas pueden enfocarse mejor , dado que durante una tarea en que nos sentimos bien, ambos hemisferios del cerebro trabajan juntos, dando como resultado el centrarse. Esto mismo se logra realizando cualquier tarea que resulte placentera.
    Ahora, hay que saber que nuestras emociones también aprenden por hábito. Es necesario plantearse la necesidad de enfocar la voluntad para realizar la meditación, de forma regular.

       Cierto es que no todas las personas disfrutan realizando una forma de arte...pero también es cierto que estar sano, bien con uno y los demás, además de cumplir  obligaciones..es una forma de "arte", que hay que cultivar...

       Asi es que desde hace más o menos veinte años, vengo incorporando la enseñanza de la relajación y meditación. Encontrando que las personas que si, hacen de esto un hábito de 10 min. al día, vienen más centradas en lo que quieren trabajar en la terapia, duermen mejor, y en el espacio entre sesiones están mucho mejor consigo mismas, luego, los tratamientos también se acortan. Literalmente, la persona tarda mucho menos en darse cuenta y resolver  aquello que la aqueja. Retoma la autoconfianza, el poder comprender y contener sus emociones, y hacer de ellas aliadas. No nos olvidemos que las emociones las compartimos con el animal, no así la mente abstracta...

    Cuando estamos bajo estrés, también es el "hábito", lo que nos instala en un estado mental-emocional tan negativo. Alguna vez aprendí que ya Platón comparaba las emociones con "caballos" que el amo tenía que domar y saber llevar con las riendas...

    La relajación y la meditación no son lo mismo, aunque se parecen..
    Ambas insisten en llevar la atención al momento presente, en lo que experimentamos, sin juzgar.
    Simplemente constato, no condeno, dejo estar ,esa tristeza, esa ira, lo que sea...pero no hago nada más, no reacciono hacia fuera, ni saco conclusiones , la mente sólo "observa", acepta lo que hay. Mientras respira profunda y lentamente...

     Lo primero que surge como resistencia para hacer esto,es "no tengo tiempo"..."por eso vengo"... muchas veces la persona tiene tal estado de necesidad que quisiera una  solución "mágica", cuando aclaro que al principio puede ser practicada mientras entra en el sueño...lo de  falta de tiempo se ve que no es para tanto...
El cuerpo enseguida aprende ese estado, está deseoso de un poco de paz. La rebelde es la mente...que trae una y otra vez , motivos para "ocuparnos" del pasado o del futuro, en estado de estrés, nos cuesta estar en el momento presente.  La mente - por hábito- aprendió a castigarse, a culparse o culpar a otros, a creerse "enferma", inepta, etc,etc.

    En la meditación el nivel de alerta se mantiene, la mente está relajada, pero atenta, el carácter estresante de las situaciones disminuye, se las puede manejar..porque la mente está clara.
    En la relajación enfocamos la voluntad y la concentración precísamente para relajar cuerpo, emoción, mente. Yo diría que son dos momentos de un mismo proceso..primero nos relajamos y junto con ello nos enfocamos en una señal concentrandonos en ella.

     Se producen cambios bioquímicos en el cerebro, con mejoras en la función inmune, autosanadora, del organismo. Mejora el malestar psicológico, como ansiedad, depresión, insomnio. Lo que se nota como tranquilidad emocional. El ritmo cardíaco y la tensión arterial , se reducen. Y el comportamiento fisiológico también es más saludable.
       Como estamos haciendo un hábito de la concentración y la atención la mente aprende a no hacer caso a las distracciones. Por lo tanto el rendimiento mejora en situaciones de exigencia , y la mente se vuelve más creativa. La memoria también se centra.

       Al final la persona va encontrando que es un gusto estar consigo misma, y eso no significa que se aisle del mundo. Ni se "vuele" o deje de atender sus asuntos. En general su relación con la vida se va tornando más propia, menos condicionada por "lo correcto", más sincera, no hace tanto lo que se espera de ella, como lo que advierte que es mejor para ella y los demás en cada situación.
     Hay muchos mitos sobre las personas que practican meditación, todavía, cuando en realidad , se profundiza el contacto con la realidad, se vuelve más creativo, sano, sencillo. La percepción es más clara
menos contaminada por "problemas" reales o inventados...y por lo tanto las elecciones también son más satisfactorias.