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miércoles, 13 de febrero de 2013

Poder , sadismo, amor...


                                                               



          " La sensación de tener poder sobre otra persona actúa como un antídoto para ese sentimiento de humillación que sufrió el abusador cuando abusaron de él en su niñez.
           El abusador es en general un individuo que se siente impotente para ser un hombre o mujer maduro.
           Ese sentimiento de impotencia desaparece cuando la víctima es un niño, un adulto indefenso o un compañero sumiso.En esta situación el abusador se siente poderoso, lo que implica que también se siente sexualmente potente.

        Cuando los sentimientos de poder se inmiscuyen en una relación, siempre se convierte en una relación abusiva.Un hombre que necesita sentir poder para ser sexualmente potente inevitablemente abusará de la mujer.Cuando el hombre aparenta ser poderoso ,la mujer se excita y se vuelve más propensa a entregarse a él, esto es en el caso de mujeres que han sido víctimas y se sienten impotentes.

         El comportamiento abusivo entre adultos denota una relación sadomasoquista que le permite al individuo entregarse a su excitación sexual. El sadismo, con el sentimiento de poder sobre el otro con acciones que buscan lastimar o humillar al compañero. En caso del masoquismo, la sumisión al dolor y a la humillación, elimina por un tiempo la culpa que bloquea la entrega sexual. En la sumisión se transfiere la culpa
al abusador, lo cual permite a la víctima simular inocencia.  


  En un nivel, el comportamiento abusivo expresa odio, el deseo de lastimar al otro, y también existe un
elemento de amor.

Reich señaló la conexión entre el sadismo y el amor: creía que la acción sádica se origina en un deseo de contacto y cercanía. Comienza como un impulso de amor en el corazón,
pero a medida que ese impulso se acerca a la superficie,lo tuercen las mismas tensiones en la musculatura,
relacionadas con la ira suprimida,convirtiéndolo en un acto dañino.

              Si la víctima es un niño, es posible que se de cuenta que ese castigo o abuso pretende ser un acto de amor. Los niños son sumamente sensibles a los matices emocionales del comportamiento.El amor, se vuelve sádico cuando no se puede expresar, el reconocimiento de este hecho podría impedir que el niño sienta la plenitud de su ira. El niño también reconoce el dolor en el abusador y que le impide expresar amor con libertad. Entonces siente pena por el abusador y se identifica con él.

          El abuso sexual de un niño por parte de un varón adulto socava su masculinidad en desarrollo.
         No creo que esas experiencias creen una tendencia homosexual en la personalidad del niño, pero la consecuente debilidad de su identificación masculina podría predisponerlo a ese  patrón de comportamiento sexual.Lo que daña la personalidad del niño es el impacto emocional de la experiencia. El miedo, la vergüenza y la humillación son sentimientos devastadores para un niño que no tiene manera de liberar por medio de palabras el agravio de este dolor traumático. El abuso físico, por medio de palizas o el psíquico por medio de descalificaciones tiene un efecto similar en su personalidad y como señalé en un capítulo anterior debe considerárselo como una forma de abuso sexual.

      Ningún niño es capaz de enfrentarse a la violencia de su madre o de su padre y es inevitable que esta experiencia lo quebrante. Sin embargo el quebrantamiento no suele ser total, de lo contrario el niño moriría
(aunque sabemos que estos casos existen) En lo profundo del cuerpo queda un núcleo de resistencia que mantiene la vida y le proporciona algún sentido de identidad.La fortaleza de ese núcleo depende de la manera en que ese padre/madre se haya relacionado con su hijo. Por ejemplo es posible que una madre luego de descargar su furia suprimida,sienta un profundo amor por el hijo del que acaba de abusar.En la medida que el niño siente ese amor, el efecto dañino del abuso se reduce en forma parcial.

                                                       

     Si el niño siente la hostilidad al punto de ser rechazado con frialdad, podría convertirse en un esquizofrénico. El rechazo frío es la muerte emocional. En algún nivel, los niños son consciente de que son preferibles los golpes antes que el frío rechazo.

                                                       


       La única manera de evitar la tendencia a actuar sobre seres inferiores e indefensos es que el individuo tenga clara conciencia de lo que le hicieron y un profundo conocimiento del efecto destructivo que eso tuvo sobre su personalidad y su vida, conocimiento que implica poder sentir ira por el padre/madre que abusó o violó.

        El primer paso para liberar la energía contenida es traer estos incidentes a la conciencia, así reduce la vergüenza, lo que le permite sentir su herida y su miedo. Aceptándolos podría llorar, por un lado, y así liberar el dolor. Y por otro, enojarse y así restablecer su integridad.

     Para purificar y liberar el espíritu es necesario que la ira sea real e intensa."

                                    Fragmento extraído de "El Gozo"
                                                 del doctor Alexander Lowen.

        Queda claro que esa purificación a la que alude el Dr Lowen , es en el contexto de una terapia,
         o en soledad, donde la persona puede hacerse cargo de esa ira intensa sin dañar a otro.