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martes, 13 de diciembre de 2011

9ª y última tarea... La modificación de la sombra

      "Vasalisa vuelve a su casa con la espantosa calavera ensartada en un palo e irradiando luz.  Quisiera arrojarla lejos...pero la calavera la tranquiliza. Ya en la casa su fuego deja a la madrastra y hermanastras convertidas en cenizas. Y a partir de ese momento, Vasalisa vive una satisfactoria existencia."

        En esta parte del cuento, las tareas tienen que ver con usar la agudeza "visual" para identificar las sombras negativas, en nosotros , en los demás, también en acontecimientos del mundo exterior, y para reaccionar a ellos.

        La "muñeca" le indica el camino de regreso. Vasalisa, ya no es la dulce criatura que fue al bosque, ahora es una mujer que vuelve, precedida por su poder vital...la luz de la calavera simboliza la discriminación de sus sentidos despiertos.

                                                           
     Claro, uno puede pensar que sería más fácil, y cómodo      rechazar aquella luz e irse a  dormir  ¿de qué sirve ver? ¿saber todo esto? porque Vasalisa es tierna ,pero la calavera no tiene compasión, "ve lo que ve".

     Y esto, obliga a trabajar, vigilar los desequilibrios ,reunir voluntad para responder a lo visto, es que vemos todas nuestras facetas, y las de los otros, las desfiguradas, las sublimes y los estados intermedios.
    Vemos por ej , un buen corazón detrás de una mala acción, el brillo del pánico en unos ojos que parecen  osados, la envidia detrás de una sonrisa cordial, el desinterés, la mirada que esconde antipatía, el resentimiento bajo el silencio, la traición, la burla, las intenciones, los motivos ,  los tesoros y las flaquezas.

    Y cuesta contener el dolor de ver todo esto...



    "Cuando llega a casa, su madrasta le dice que no ha tenido combustible para encender el fuego..."
    
       La familia putativa (en este caso la madrastra) es aquella que "figura serlo" pero no lo es en realidad...el que su madrastra se quede sin combustible ,es lo mismo que aquello que antes la oprimía, ahora se queda sin libido.

        ¿Puede un aspecto negativo de la psique quedar reducido a cenizas por el simple hecho de "verlo" con detenimiento y discenimiento ? Si.
        Al observarse , como testigo, de forma desapasionada, deshidratamos aquello,le quitamos el jugo, la libido..esa energía se libera o se configura de manera distinta.



         El hecho de "exprimir" a la familia putativa...esos aspectos que nos tiranizan, desde dentro, tiene otra faceta: no podemos conservar la "ardiente luz" si convivimos con personas interior o exteriormente crueles, nos apagan la pasión. No sienten interés ni por tu trabajo ni por tu vida...  Tanto amigos como amantes, pueden convertirse en "madrastras" que pueden crear y/o destruir hasta nuestras conexiones más duraderas con nuestros propios ciclos  o ideas. Es mejor evitar al o a la amante cruel...cultivar esas relaciones que prestan apoyo a la "criatura" que se desarrolla en nosotros, esto es esencial para conservar la conciencia y la intuición.                                

        Preguntarnos ¿ Qué es lo que quiero, de verdad?

       Tal vez haya que averiguarlo .. y buscar.
       Pero así, no nos confundimos, con aquello que termina pareciendo interesante sólo por estar delante .
       Es cómodo que decidan las circunstancias , y si elegimos algo que de sólo verlo se nos hace agua la boca, esto jamás podrá saciar el apetito del yo espiritual  .


                   Los ciclos creativos o los descendentes, jamás pueden ser dictados por otros, ni por nuestros complejos negativos. Siguiendo estos ciclos, (sin asustarnos con los descendentes), aprendemos a darnos cuenta, en vez de ser víctimas de ellos.

                  Nunca hay "una sola opción" a la que haya que resignarse, por lo menos hay cuatro, las dos contrarias, el estado  intermedio, y el análisis de las posibilidades.

                A lo largo de la vida siempre conectamos con pequeñas "madres salvajes" (son mujeres que al verlas las sentimos como madres, abuelas, familia ) o con "hombres con pechos" (aquellos que sentimos como hermano, amigo, abuelo...intuimos que nos alimentan)
               Esas personas gustan de nuestras cualidades, son críticos en nuestros bloqueos o ideas equivocadas, penetran en nuestra vida creativa haciendo que aflore aquello que está dentro, se entusiasman cuando conectamos con nuestro instinto vital, con el alma primitiva que crea o destruye.




Conservar concientemente lo que fuimos adquiriendo es algo agotador, pero es una de las tareas más satisfactorias.

Baba Yagá es igual que "la madre del mundo", hace, moldea, infunde vida, y ahí está para recibir el alma cuando el aliento de acaba. Con ella, aprendemos a dejar que nazca lo que tiene que nacer, estén o no las personas apropiadas. La naturaleza no pide permiso.


Al final del cuento el tema es "dejar morir las cosas".  Vasalisa no grita cuando la calavera quema a las malvadas, ni le da un ataque...aprendió. Lo que tiene que morir ... terminar, termina, eso es algo que todos sabemos en nuestro fuero interno.


Llegamos al final de este viaje hacia la recuperación del "contacto" con la intuición, sintetizadas las etapas (pero no alteradas) según las describe Clarissa Pinkola Estés, en "Mujeres que corren con los lobos".

Las imágenes, fueron extraídas de mis carpetas, las fui haciendo  mientras vivía esas mismas etapas, seguía el método junguiano de "imaginación activa" y es algo que  sugiero:  "registrar" por escrito, poesía, con fotos, dibujos o como la imaginación de cada cual 
le haga ver, los momentos en que parecemos estar en una  depresión, por ejemplo...en vez de temerle...abrir un canal para que el "alma" nos hable, completando tal vez lo que concientemente no advertimos.Para mi el hacerlas fue un soporte, a veces sentía que era "el suelo estable", donde después de volcar el dolor, iba asomando más claridad, son tan necesarias las lágrimas, sinceras, como la sonrisa que asoma después, aunque a veces tarde un poco en asomar...

A veces puede necesitarse la ayuda de un terapeuta, pero en definitiva, la tarea de éste, es devolvernos a nosotros mismos, y hay etapas ,pasajes, que con terapeuta o sin él,  han de ser recorridas a solas.
Y esto lo sabe muy bien quien ha realizado un proceso terapéutico.

Puede estar pataleando de rabia o de hambre un bebé dentro nuestro...podemos descubrir una vieja muy vieja o un anciano de muchos años...cuando  el DNI dice 37...o 40...es que siempre somos niños para algo, adultos o viejos...ante distintas situaciones de nuestra vida.
Dándonos cuenta de esto empezamos a tomar las cosas con más calma, la necesaria para entendernos, ver qué nos pasa, y dejar que venga la solución mejor o a veces, la menos mala, para ese momento.

Muy dentro de todas las "fracturas" el si-mismo , está entero.
Y en la búsqueda de ese si-mismo ... vamos advirtiendo que jamás estuvimos solos.