Con ello se refiere a aquellas cualidades que resulta inaceptable o incómodo reconocer en si mismo/a.
Son negativas con respecto a los valores ya codificados en la conciencia, relegados a "la sombra" para proteger la identidad, con el riesgo de paralizar el crecimiento de la personalidad.
Es por eso que son vistos como "indeseables" o "inútiles" y aún cualidades "admiradas" son relegadas
allí.
Reconocerlas, genera tensión, entre la parte que está "aprendiendo a ser" y la que "ya es" , pero permitir que esa tensión viva y crezca, trae más conocimiento de uno y por lo tanto, más fuerza .
Según Jung, la "proyección" de la sombra, es hecha sobre personas del mismo sexo que la persona, y siempre tiene un carácter que cuesta manejar emocionalmente ,por su fuerza . El otro, esa cualidad suya, viene a representar la "pantalla" donde proyectamos esa cualidad nuestra, por ej:
"¡¡ No puedo soportar que fulanita sea tan....!!!!
( esto, vivido con intensa ira, o un impotente anhelo, si es admirada ..)
Las exigencias culturales, pueden resultar muy positivas o muy perjudiciales.
El hecho de ser nosotros mismos, hace que muchos nos destierren, pero el vivir accediendo a las exigencias ajenas, hace que nos desterremos nosotros mismos. Claro que produce tensión, pero reconocerla y poder "contenerla" permite elegir.
Estamos "pinzados" cuando se insiste en que "cambiemos nuestros defectos" pero no se ve cómo la crueldad se arremolina a nuestro alrededor.
. Para poder "ver", necesitamos de la intuición,
pero también "fuerza" para resistir, contener,
y después elegir.
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