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miércoles, 16 de noviembre de 2011

8ª Tarea : Ir andando a gatas...

      
        En el cuento, la Bruja, "molesta" por la bendición que la madre ha otorgado a la niña, le entrega el "fuego" que antes había pedido, le da "una terrorífica calavera iluminada en lo alto de un palo" y le dice que se vaya...
        
       El recibir esa calavera, implica el asumir el inmenso poder para ver e influir en los demás. Y contemplar la propia vida bajo esa nueva luz. Encontrar el camino de vuelta a la vieja familia putativa. Vasalisa había salido al bosque a buscar fuego para que su madrasta y hermanastras cocinaran, en realidad mandándola al frío bosque deseaban que se perdiera, muriera o al menos no regresara más.



        A la Yagá no le molesta la "bendición" legada por la madre, sino precísamente, que esta intuición correspondiera a la parte "sumisa" "conformista" de la psique. La Bruja, al ser fiel a sus principios, conoce el poder del mundo subterráneo, es "su terreno". El de la madre demasiado buena es el mundo de arriba. Y aunque la dulzura pueda encajar con lo salvaje, lo salvaje no puede encajar demasiado tiempo con la dulzura.

      Al asimilar esto se deja de aceptar sin discusión cualquier bobada, la mordacidad, o las insinuaciones que le dirigen... se aprende a mirar fijamente, a tolerar cada vez menos las tonterías
       Sin embargo, este nuevo poder que nace del instinto, y la intuición, no induce a la persona a actuar de forma temeraria ...es al revés, cuando lo que estuvo oculto, reprimido mucho tiempo, explota, ahí ,suele la persona actuar por impulso y dañar o dañarse.



       Se va viendo lo que "hay debajo", o "detrás de los motivos" o ideas, acciones o palabras tanto de uno  como de los otros.


    

  Cuando la psique instintiva advierte ¡Cuidado! (la intuición no está para ser desoída) hay que introducir las correcciones necesarias, no importa si el proyecto es personal o global. Uno aprende que todas las acciones tienen que empezar fortaleciendo el espíritu.




      


El símbolo de la calavera (con su terrible luz), es ancestral , figura en muchas tradiciones de conocimiento. Es fácil imaginar que el Yo espiritual habita justo en la ósea catedral de la frente, que los ojos son ventanas, la boca es la puerta, las orejas los vientos...


               
                    Le entrega la calavera para que la lleve consigo toda la vida.
                    Y con ella comienza el ascenso desde la iniciación en la profunda intuición.
                    Llegada a esta etapa Vasalisa no necesita más a la "madre demasiado buena", aprendió  : a     esperar  y  a afrontar las adversidades con fortaleza, sin temor. Es conciente del daño que le pueden hacer... En este cuento , la madrastra y las hermanastras  (su familia putativa).

                   Habiendo atravesado la oscuridad,  oyendo su voz interior,  habiendo resistido " contemplar el rostro de la Bruja" , puede comprender el temible poder de su propia conciencia, y el de la conciencia de los demás.

                   Ha purificado sus "facetas", sus "máscaras" conservando su claridad mental.
                   Ha aprendido a distinguir y separar el pensamiento de los sentimientos, a discriminarlos.
                   Identificando el gran poder salvaje de su propia psique, ya no le falta ni la confianza ni el poder.


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