La niña ha pedido "fuego" a la bruja y la Yagá accede a dárselo pero sólo si a cambio Vasalisa se presta a hacer algunas tareas domésticas para la bruja.
Las tareas en esta parte del "viaje" son: quedarse con la bruja, aclimatarse a los grandes poderes salvajes de la psique, comprender el propio poder y el de las purificaciones interiores (limpiar, clasificar,dar de comer a la bruja, construir energías e ideas).
La bruja le enseña cómo ordenar la casa del alma. De un modo que la alegría sea posible,el apetito quede intacto, y las tareas puedan realizarse con placer.
La Bruja ,simboliza el modelo de fidelidad al yo (que no es egoísmo)
La renovación, vivificación de ideas, valores que considere realmente verdaderos.
Aprende a "coser las costuras" de lo desgarrado, a "lavar las fibras" del ser, a mantener ordenado su ambiente psíquico. Conservando la cabeza clara,el espacio libre, esforzándose en terminar sus proyectos.
Ordenando la vida con cíclicos barridos para que la maleza no invada. Aquí recuerdo que Santa Teresa de Avila, empleaba la imagen del "cultivo del huerto" al referirse a su trabajo de oración, meditativo.
Esto puede hacerse a través del "análisis", la meditación, la soledad, el arte, y otras experiencias de descenso y transformación.
Purificar los pensamientos,renovando regularmente los propios valores.
Eliminar las trivialidades que ocupan la psique,limpiar el yo, los estados emocionales.
Encender un "fuego duradero" debajo de la vida creativa,pero siempre manteniendo "uno" el orden.
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